Este hotel está situado en el borde de un acantilado, a 55 metros de altura sobre el Atlántico, en la costa sur de Caniço de Baixo. Dispone de habitaciones tradicionales y de apartamentos con muebles de madera y suelo de terracota. Además, están equipadas con TV por cable y cuarto de baño privado con secador de pelo. Cuenta con un restaurante con vistas panorámicas a las islas Desertas. El bar Sprotte, equipado con chimenea y plantas subtropicales, sirve bebidas refrescantes.